Tal y como había adelantado el portavoz de Vox en el Ayuntamiento, Javier Ortega Smith, su partido ha pedido la dimisión del delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante (PP), en el pleno de Cibeles. Lo ha hecho el concejal Ignacio Ansaldo a través de una moción de urgencia con la que ha concluido la sesión. Pide que asuma la sentencia del contencioso en contra del cantón de Montecarmelo. “Señor alcalde, no puede seguir manteniendo a una persona que se salta la ley constantemente”. Ansaldo ha enumerado los varapalos judiciales relacionados con Carabante: la ordenanza de movilidad, la de terrazas, las multas de la Plaza Elíptica y la de los aparcamientos del Santiago Bernabéu. Todos los partidos de la oposición han votado a favor. El PP lo ha hecho en contra y la ha tumbado con su mayoría absoluta. “¡Oh…!”, ha ironizado el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, con los brazos abiertos en un gesto de resignación.
Por lo demás, el pleno de Cibeles ha transcurrido como cualquier otro, con mucha crispación. El apagón eléctrico del pasado lunes, que ha retrasado un día su celebración, ha sido lo único que ha roto la rutina. Los portavoces de los grupos han utilizado parte de su tiempo de intervención para agradecer la actuación en plena crisis de la luz de policías, bomberos, ambulancias, médicos, hosteleros, vecinos y dueños de establecimientos en los que se vendían radios de pilas. El problema es que el mensaje se ha repetido cada vez que un concejal salía al atril y eso ha ralentizado el debate político. La sesión de control, el momento del pleno donde suele haber más tensión, ha sido más corta que de costumbre. El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha concentrado los descalificativos a las dos portavoces de la oposición en un lapso, por tanto, muy corto de tiempo. En menos de dos minutos, Almeida se ha referido a la portavoz de Más Madrid, Rita Maestre, como “pagafantas del Gobierno”, “Nostradamus de Madrid”, “triste”, “amargada” y “resentida”.