Los vecinos de Valdetorres de Jarama continúan sufriendo las consecuencias de las recientes borrascas que han azotado la región. En la urbanización El Mirador, el sonido constante de las bombas de achique se ha convertido en una inquietante banda sonora del día a día. Desde el 9 de marzo, los vecinos han estado lidiando con un problema creciente. «Nos llega un río por detrás y llevamos un mes achicando agua y con la casa empapada. El terreno es un lago. No sé si es un arroyo que se va vaciando en nuestra casa y cuando desborda dejamos la puerta abierta para que salga», nos cuenta Alberto, uno de los afectados. Su relato refleja la desesperación colectiva, ya que muchas casas se han visto convertidas en islas rodeadas por el agua. «Los coches no los podíamos sacar», añade Alberto, quien ha instalado varias bombas para intentar controlar la situación.
La historia de Asunta y su familia es igualmente alarmante. Este fin de semana, a pesar del sol brillante, el agua inundó su vivienda una vez más. «Se había inundado ya varias veces. Al principio era solo la calle, luego ya en las parcelas y ya es la tercera vez que llegó el agua aquí directamente; el árbol se nos cayó entero». Su patio, al igual que el de muchos vecinos, se ha transformado en una gran balsa de agua, perjudicando incluso a aquellos que tienen coches aparcados en sus sótanos. El impacto es considerable; las casas están sufriendo daños estructurales debido a la persistente humedad.
«El agua subió por encima del rodapié y, como sigue habiendo tanta humedad debajo de la casa, sigue subiendo todavía por las paredes», explica Asunta. Esto ha provocado que la pintura se descascarille en todas las habitaciones. Los vecinos esperan ansiosos las ayudas necesarias para mitigar esta crisis y miran al cielo con preocupación ante la previsión de nuevas lluvias en los próximos días.