La plataforma de trabajadoras de la Red de Atención a Mujeres Víctimas de Violencia de Género en Madrid vuelve a la huelga este lunes 3 de junio, tres meses después de sus primeras protestas, en los que no han conseguido mejoras en sus derechos laborales ni más recursos por parte de las empresas con las que el Ayuntamiento subcontrata este servicio. Esta será la primera vez que las más de 180 empleadas de la red, entre las que hay psicólogas, abogadas y trabajadoras y educadoras sociales, lleven a cabo un paro de 24 horas. El 8 y el 22 de marzo ya hubo paros parciales de unas pocas horas para no dejar desatendidas a las víctimas. Según denuncian, no solo no ha habido avances en las negociaciones, sino que las trabajadoras se sienten “bloqueadas”. “Nadie pone voluntad para solucionar la situación cuando es un problema bastante grave. Vamos a huelga porque no hemos conseguido ningún avance”, asegura una portavoz de la plataforma.
La red es un servicio integral que ofrece una primera atención por teléfono en el 900 22 21 00 y después presencial, con alojamiento protegido para las mujeres y sus hijos, atención psicológica y asesoramiento jurídico. Tras ser atendidas por teléfono, en algunos casos a las mujeres se les ofrece un alojamiento en una Zona de Estancia Temporal (ZET) para que puedan alejarse de sus agresores y, de ser grave, se les envía luego a un centro de emergencia.
Pero, como ha denunciado la plataforma, hay fallos en varias etapas de la atención. Desde el “excesivo tiempo de espera para obtener una primera cita con los servicios de protección”, hasta la escasez de plazas en los ZET ―solo hay 15― y en los centros de emergencia ―hay 76―. Para aumentar la capacidad de alojamiento, el Ayuntamiento tira de habitaciones en hoteles. La plataforma, sin embargo, denuncia que estos espacios no son adecuados porque no protegen completamente a las víctimas y no garantizan que los profesionales puedan estar allí siempre para ellas, como sí ocurre en los ZET y en los centros de emergencia.
A principios de mayo, durante las semifinales de la Champions, las trabajadoras denunciaron que una cadena de hoteles ordenó el desalojo a seis familias víctimas de violencia de género para dar las habitaciones a aficionados del Real Madrid y del Bayern de Múnich. La red consiguió que dos familias se quedaran, otra tuvo que ser trasladada a un establecimiento de la misma cadena y las otras fueron devueltas a la sede central de la red, que estaba saturada.
Las demandas de las trabajadoras incluyen no solo mejoras en los recursos y servicios de la red, sino también mejores condiciones laborales. A pesar de las reuniones con las empresas subcontratadas y la promesa de reunirse con el alcalde José Luis Martínez-Almeida, las trabajadoras han decidido llevar a cabo la huelga para hacer oír sus reclamos y presionar por cambios significativos en la atención a las víctimas de violencia de género en Madrid.