El Reloj de la Puerta del Sol, protagonista de la Nochevieja, está siendo puesto a punto por un equipo de tres relojeros para marcar con total precisión el cambio de año. Este emblemático reloj, inaugurado en 1886 para conmemorar la proclamación de la reina Isabel II, es el centro de atención en estos días previos a la celebración de las Campanadas.
Pedro, Santiago y Jesús son los encargados del mantenimiento del Reloj de la Puerta del Sol, con Pedro Ortiz como portavoz del equipo. Según Ortiz, el reloj nunca ha fallado y nos da las indicaciones para comer las uvas durante las Campanadas: «Con la primera campanada se entra en el nuevo año y entre campanada y campanada pasan tres segundos». Un tiempo preciso para degustar una uva sin problemas.
Los tres relojeros trabajan con esmero durante todo el año para cuidar el Reloj de la Puerta del Sol, pero en estas fechas realizan una puesta a punto especial para garantizar su correcto funcionamiento durante las esperadas Campanadas. Todo tiene que estar perfecto para ese momento en que millones de personas estarán pendientes de él.