DeportesPaíses Bajos vence a Rumanía con persistencia.

Países Bajos vence a Rumanía con persistencia.

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No hubo más color que el naranja en el césped del feudo bávaro. La superioridad de Países Bajos fue absoluta en cuanto a posesión de balón y ocasiones de gol y la verdad es que la goleada no fue más abultada por la falta de acierto, si bien el delantero del Dortmund Donyell Malen firmó un doblete final que puso las cosas en su sitio. Mereció esta victoria la oranje y, pese a la incertidumbre, la obtuvo.
 
Países Bajos venía de perder contra Austria (2-3) en el último partido del Grupo D y de meterse en estos octavos como una de las mejores terceras. Y esa presión le hizo salir a por todas, dominar casi por completo a excepción de los minutos iniciales y, por contra, también propició el no saber cerrar antes el triunfo pese a las incontables grandes y claras ocasiones que tuvieron para sentenciar la eliminatoria.
 
La primera ocasión certera de gol fue dentro. Pero tan cierto es esto como que, después, los neerlandeses crearon mucho y fallaron y perdonaron más todavía. Dejaron viva a Rumanía y la incertidumbre crecía a medida que el tiempo pasaba y los de Edward Iordanescu se veían a tiro de gol de llevar el partido a la prórroga. Eso sí, todo ello mientras los de Ronald Koeman iban sumando ocasiones falladas.
 
¿Buen juego? Mucho. Pero acompañado de una imprecisión que podría ser imperdonable en cuartos. Pero pareció que Países Bajos aprendió de lo sucedido sobre la marcha y lo puso en liza. Al tanto inicial de Cody Gakpo en el 20′ se sumaron los dos que firmó Malen –en un estadio donde normalmente le pitan– en el 83′ y 90+3′ para llevar la justicia del verde al resultado del luminoso.
 
Rumanía fue primera de su grupo y Países Bajos, tercera. Pero los octavos de final vieron una versión mejorada del equipo de Ronald Koeman y los rumanos no pudieron protagonizar más sorpresas. Esta vez, pese a que en el arranque intentó luchar de tú a tú, a Rumanía le faltó fútbol. Tuvieron ocasiones, pocas, pero ninguna entró y nada inquietó al meta Bart Verbruggen y a una defensa impoluta liderada por la pareja Van Dijk-De Vrij.
 
De hecho, ambos centrales tuvieron dos ocasiones claras, una cada uno, de cabeza para poder marcar de sendos cabezazos que rozaron el palo. Pero el 2-0 se resistió mucho, demasiado. A ellos, a Memphis y al propio Gakpo. Pero los cambios y el paso de los minutos amilanaron a los rumanos y esa aparición letal de Malen acabó con la resistencia de Rumanía y con esa posibilidad de prórroga que sobrevoló varios minutos en el cielo de Múnich.
 
Y es que, en la primera parte y ya con 1-0, empezó el frontón neerlandés. Otra buena llegada por la banda derecha de Denzel Dumfries –de los mejores de los naranjas– acabó con un centro preciso que cortó lanzándose al suelo el central rumano Radu Dragusin, con Depay y Gakpo listos ya para buscar ese segundo gol, en unos minutos de mucha insistencia ofensiva de Países Bajos en busca de ampliar la ventaja.
 
Dumfries hizo mucho daño subiendo el lateral derecho e insistió hasta poner un gran balón raso atrás para Xavi Simons, pero éste, pese a estar solo en el interior del área y centrado, no remató de primeras con la zurda, optó por acomodarse y buscar hueco pero lus rumanos taparon agujeros y, al final, remató flojo directamente fuera. Lástima, para Simons, porque estaba solo y venía ya de una jugada anterior en el interior del área en la que centró de ‘rabona’ para no usar, tampoco, la zurda.
 
Ya en la segunda parte, el centrocampista Tijjani Reijnders avanzó por el centro del ataque neerlandés y probó fortuna de lejos, pero en una acción defensiva muy, pero que muy arriesgada se lanzó al suelo el recién entrado al descanso Bogdan Racovitan para, con el cuerpo y brazo — enganchado– desviar el tiro. Poco después, Memphis Depay se encontró con un balón muerto en el corazón del área y tras controlar el esférico lanzó a puerta, pero el lateral Andrei Ratiu la desvió en primera instancia y un compañero sacó el peligro del todo.
 
El cabezazo de Van Dijl al palo precedió una galopada de Gakpo, que arrancó desde lejos, casi desde su casa, para ir avanzando metros como si fuera fútbol americano. Y, tras dejar atrás a varios rivales, encontró una zona que le gustó para disparar y lo hizo, pero Nita desvió a córner su trallazo. A la salida del córner, una jugada embarullada le cayó a las botas y Gakpo marcó, pero estaba en fuera de juego y el VAR intervino para anularlo.
 
Ese escenario de ‘casi pero no’ se repitió cuando Memphis, en una falta directa lejana, tiró raso por completo y su disparo se marchó lamiendo el palo. Y Veerman, otro refresco, intentó ‘matar’ el partido pero, en esta ocasión desde la banda izquierda, disparó colocado y con rosca para superar a Nita pero vio cómo el balón se iba, de nuevo, rozando la madera.
 
Pero en el 83′ todo cambió. Al fin los de Koeman vieron la luz y pudieron respirar. Y es que Donyell Malen, uno de los hombres de refresco en la ‘oranje’, aprovechó la fe de Cody Gakpo para no dar por perdido un balón y enviar a la red, de primeras con el interior del pide derecho, el pase atrás del extremo del Liverpool, que se fue a descansar tras esta acción y firmar el doblete de gol y asistencia.

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