Después de tres décadas abierta, la Escuela Infantil Érase una vez de Moraleja de Enmedio cerrará sus puertas de manera definitiva el próximo mes de julio como medida de recorte ante la gran deuda que tiene el municipio desde hace más de 20 años.
Ha sido el propio Ayuntamiento quien lo ha comunicado a través de sus redes sociales. Los padres y madres y las trabajadoras no se resignan, pero lo que era un secreto a voces se va a cumplir. Van a dejar atrás un proyecto educativo hecho a medida de sus pequeños alumnos.
«Para nosotros es la casita de los niños y es una pena porque es algo que funciona», dice una afectada. «Es algo familiar, no se trata de una empresa», explica otra mujer. Los niños cambiarán el patio y las aulas de la casita por el colegio público de la localidad, «que va a estar saturado», dice un padre.
Están agotando todas las vías y se les han sumado los padres del colegio público, donde tendrán que sacrificar aulas y aumentar ratio. Hoy recogen firmas para el Defensor del Pueblo. No creen que el cierre del colegio sea la solución para pagar la deuda del Ayuntamiento. «¿Por qué la Educación tiene que pagar la deuda?», protesta una madre. Un fin de curso amargo para una historia muy feliz durante 30 años.