Madrid dedica una plaza en el barrio de Begoña a Maruja, la dueña de una papelería emblemática del barrio. Maruja falleció el año pasado, dejando un legado de alegría y generosidad entre sus vecinos. La plaza se sitúa cerca del negocio que regentó durante 60 años en la calle Ángel Mújica, donde era conocida por su risa contagiosa y su trato amable. Su hijo Fran continúa con el negocio familiar, manteniendo viva la esencia de Maruja. Vecinas recuerdan cómo nunca les faltaba un libro o cuaderno gracias a ella, y cómo les permitía pagar los tebeos con su paga. A pesar de la emoción de ver a tanta gente que la quería, su nieta María ve complicada una tercera generación al frente del negocio. La plaza, que contará con un parque infantil, ha sido propuesta por los vecinos y aprobada por unanimidad por todos los grupos políticos del distrito como un homenaje merecido a Maruja.