Los vecinos de la calle Juan Salas en Usera están viviendo una situación complicada debido al ruido generado por los clientes de una discoteca recién inaugurada bajo sus casas. A lo largo de la noche, se producen broncas, gritos y una ocupación de los portales que se extiende hasta altas horas de la madrugada.
A pesar de que el local está insonorizado, el trasiego de clientes que salen del establecimiento durante toda la noche está perturbando el descanso de los residentes de la zona. Vecinas como Rosa y Mayte, que viven a escasos metros de la discoteca, han manifestado su malestar al no poder conciliar el sueño debido al ruido y al alboroto que se genera en la calle.
Ante esta situación, los vecinos han decidido tomar cartas en el asunto y han colocado carteles en los portales de los edificios cercanos para animar a denunciar a aquellos que no respeten el descanso de la comunidad. La iniciativa busca acabar con las molestias provocadas por el ruido y garantizar la tranquilidad de los residentes de la calle Juan Salas.