Engracia Hidalgo (PP), titular del Área de Gobierno de Economía, Innovación y Hacienda del Ayuntamiento de Madrid, y vicepresidenta de la Institución Ferial de Madrid (IFEMA), ha reconocido este martes que el consorcio no ha encontrado aún un socio que asuma “el riesgo” de organizar el Gran Premio de Fórmula 1 en Madrid, que debe arrancar en 2026. Esa confesión, hecha durante un debate parlamentario impulsado por el concejal Miguel Montejo, representante de Más Madrid, ha sido desmentida por una fuente de la confianza de la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, que ha amadrinado el proyecto junto al alcalde capitalino, José Luis Martínez-Almeida. Aunque la F1 desembarcó en la capital bajo la promesa de que las administraciones públicas madrileñas no gastarían ni un euro en ella, para evitar fiascos económicos como el que se produjo en Valencia, el pleno municipal ha rechazado este martes acordar que la F1 “no suponga compromisos económicos” para el presupuesto municipal.
El plan inicial era impulsar la F1 en la capital bajo una suerte de concesión, en la que un socio capitalista corriera con los gastos de la organización, a cambio de ingresar los beneficios de su explotación. Sin embargo, poco más se sabe. Hasta ahora, las cláusulas de confidencialidad que recogen todos los acuerdos relacionados con la F1 han servido de escudo para evitar que IFEMA, participada accionarialmente por la Comunidad de Madrid, el Ayuntamiento de Madrid, y la Cámara de Comercio e Industria y Fundación Obra Social y Monte Piedad de Madrid, diera explicaciones detalladas del acuerdo para acoger el Gran Premio entre 2026 y 2036.
En abril, este diario preguntó al consorcio ferial si era cierto que hasta dos concursos para asumir el impulso de la infraestructura y organización de la cita habían quedado desiertos. Si entonces la respuesta oficial fue que la licitación del concesionario estaba aún “en curso”, y que se trataba de un proceso “restringido” del que no se podía dar información, cinco meses después, Hidalgo ha actualizado la situación con una claridad total.
“Una vez obtenidos los derechos IFEMA [para organizar el GP de Fórmula 1], analizadas y valoradas las distintas fórmulas de gestión, es verdad que sacamos el contrato de gestión, y debido básicamente a la cantidad de cláusulas adicionales que pusimos, no hemos encontrado a la empresa que quiera inicialmente la transmisión de ese riesgo”, ha dicho la edil y vicepresidente del ente ferial en el pleno del Ayuntamiento capitalino. “Se ha constatado la inexistencia de socios cualificados en condiciones de asumir las estrictas exigencias, por lo que se ha optado por deslindar las prestaciones necesarias para albergar el Gran Premio”, ha añadido. Pese a ello, ha seguido Hidalgo, la F1 “no solo generará un impacto económico importante, sino que será una operación rentable para IFEMA, pues se dará actividad al recinto en un periodo históricamente valle”. Y ha rematado: “La TIR [porcentaje que mide la viabilidad de un proyecto] después de impuestos del proyecto es mayor al 20%”.
La declaración admitiendo que no se ha encontrado un socio para el Gran Premio no es compartida por una fuente del gobierno regional que cuenta con la confianza de Díaz Ayuso (”está equivocada, hasta donde yo sé”). Por su parte, IFEMA, consultada por este diario, no desmiente la afirmación de Hidalgo, y se limita a explicitar que “cuenta con distintas opciones para la financiación, desarrollo y explotación del Gran Premio, y las ejerce en función de los intereses del proyecto, de la Institución y de Madrid”. Lo que es seguro es que la intervención de la vicepresidenta del consorcio ha causado un pequeño terremoto político.