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Los Williams conducen al Athletic hacia la final de la Copa del Rey.

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En un estadio a rebosar y presto para la batalla, los visitantes se acercaron primero a la portería rival, con un centro bombeado de Koke Resurrección desde la banda derecha y que Samu Lino remató al segundo palo, directo a las manos de Julen Agirrezabala nada más cumplirse el minuto 5.

Aunque el Athletic respondió con un par de arreones de Nico Williams por el costado izquierdo, la segunda ocasión fue otra vez colchonera en un cabezazo de Mario Hermoso a raíz de un córner ejecutado entre Rodrigo de Paul y Ángel Correa, éste último como reemplazo del lesionado Antoine Griezmann.

Quienes sí estaban eran los hermanos Williams, cuya conexión en el 13′ fraguó el 1-0. Nico se marchó por velocidad de Nahuel Molina en la banda izquierda y apuró casi hasta la línea de fondo para centrar al área, donde Iñaki apareció a la espalda de Hermoso en el segundo palo y conectó un voleón con la diestra, imparable para Jan Oblak ya que Hermoso estaba justo delante de él, en su campo de visión, y se agachó.

Primer tiro de los ‘leones’, a puerta y adentro. Máxima eficacia que unieron a la amenaza a balón parado, mientras que el Atlético de Madrid se encomendaba a Samu Lino en ataque. En cambio, su adversario necesitó menos ahínco para rozar el 2-0 en el 27′, con papeles cambiados entre Iñaki como pasador por abajo y Nico como rematador libre de marcaje.

Se salvó Oblak de milagro en ese disparo, replicado por el conjunto madrileño con otro de Correa a las nubes tras una buena jugada de Lino. El brasileño era la única noticia positiva para Diego Pablo Simeone, que justo antes del descanso vio a su defensa hacer aguas por enésima vez.

Merced a un pase en largo hacia Gorka Guruzeta, único delantero del Athletic en ese momento, saltaron dos zagueros colchoneros a la vez; sin compenetración, Stefan Savic y Axel Witsel fallaron al alimón y Guruzeta prolongó de cabeza. La pelota cayó a pies de Oihan Sancet, que abrió a Iñaki y éste esprintó por la banda derecha más rápido que Hermoso.

El ‘9’ de los bilbaínos llegó a la línea de fondo y centró raso en favor de su hermano Nico, que se había posicionado en el área pequeña y remató a bocajarro en las narices de Savic para batir por abajo a Oblak. El segundo billete a la final parecía ya adjudicado por ese gol y por la flojera de su oponente, que en el intermedio no realizó ningún cambio.

RETRASO AL INICIO DE LA SEGUNDA PARTE

Empezó con un cuarto de hora de retraso la segunda mitad, debido a la atención sanitaria a un aficionado. El récord de asistencia al nuevo San Mamés, con 52.061 espectadores, se empañó por unos instantes. Sin embargo, superado el percance, los pupilos de Ernesto Valverde volvieron a desbordar por ambos extremos al Atlético de Madrid.

Nico le ganó un balón dividido a Molina cuando transcurría el minuto 50, se plantó velozmente en el área de Oblak y cedió a su izquierda en carrera, para que Sancet mandase su disparo por encima del travesaño con todo a favor. Guruzeta, después de un error de De Paul, también incordió al guardameta rival con un derechazo peligroso desde la frontal.

Se estiró el Atlético de Madrid con un tiro desviado de Correa en la corona del área, pero fue justo antes de ser sustituido por Memphis Depay. También introdujo el ‘Cholo’ Simeone en el campo a Pablo Barrios y a Reinildo Mandava, en aras de levantar el ánimo de un equipo roto y sin ideas que para colmo encajó el 3-0 en el minuto 61.

Guruzeta peinó un centro que iba para él, pero se quedó atento en el área para ver cómo seguía la jugada; Sancet domó el balón, se perfiló, tiró a ras de césped, Oblak despejó como pudo y el mismo Guruzeta empujó a la red el tercer tanto. Se envalentonó San Mamés, pensando en la cita por el título del 6 de abril contra el RCD Mallorca en La Cartuja.

Tampoco faltaron los cánticos dedicados a Simeone, minutos antes de que Nico Williams tuviera en sus botas el 4-0 con un derechazo que Oblak atajó en el suelo dos tiempos. Por parte colchonera, apenas se vio una falta directa lanzada con ímpetu por Memphis, en el 75′, y un derechazo de Roro Riquelme diez minutos más tarde, todo solventado por Agirrezabala.

El duelo se abrochó sin sobresaltos, pues el Atlético de Madrid había mostrado su malísima cara fuera de casa y la entregada afición ‘leona’ festejó su clasificación, mientras que en el centro del campo se desplegó una pancarta con el lema en inglés ‘Unique in the world’ (‘Único en el mundo’) para alentar a sus futbolistas de cara a la final.

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