El alcalde de Madrid también cambia de opinión. Se suponía que con la entrada del nuevo año las normas que restringen la circulación se iban a endurecer, pero la mañana de este jueves el delegado de Movilidad, Borja Carabante, ha dicho que ya no es así. El Ayuntamiento dará un plazo de un año más en el que solo mandará avisos a aquellos vehículos sin etiqueta empadronados en Madrid que entren en la ciudad. El Consistorio contempla excepciones para los vehículos de fuera. Podrán entrar en la capital los que no tengan etiqueta ambiental siempre y cuando pertenezcan a un autónomo de más de 59 años y los que tengan tarjeta de movilidad reducida. También podrán acceder aquellas personas que lleven a un familiar a un centro sanitario para recibir tratamiento.
La entrada en vigor de Madrid 360 convirtió la ciudad entera en una Zona de Bajas Emisiones (ZBE) y prohibió la circulación de todos los vehículos que no tuvieran etiqueta ambiental B, C, Eco o Cero, pero había una excepción. Podían entrar aquellos coches que estuvieran empadronados en la ciudad y que, por tanto, pagasen en ella sus impuestos de circulación. Hasta ahora, lo previsto era que el mes que viene se vetara la circulación de los vehículos de gasolina matriculados antes del 1 de enero de 2001, y de los diésel anteriores a 2006, que incluso tendrán prohibido estar aparcados en la calle, bajo multa de 200 euros, pero el regidor de la capital, José Luis Martínez-Almeida, ha dado un paso atrás y aplaza la decisión mientras prepara la nueva ordenanza de circulación. También lo hace porque considera que las medidas actuales están yendo bien. “Volvemos a arrojar los mejores datos de todos la serie histórica. 16,5% menos de contaminación desde 2023″, señala Carabante. “Hemos comprobado a lo largo de los anteriores años que los plazos no eran suficientes para que todo el mundo contara con la información [sobre como funcionan los cambios en Madrid 360]”, remata.