En un nuevo informe al que ha tenido acceso ProgresoMadrid, la Guardia Civil señala que la actuación del exministro José Luis Ábalos podría suponer un paso previo a una eventual imputación en el marco del ‘caso Koldo’. Los agentes señalan que Ábalos adquirió un papel relevante y de responsabilidad en su relación directa con Koldo García, su exasesor, y con Víctor de Aldama, presunto líder de una organización criminal.
Según el informe, se debería investigar la relación del exministro con la organización criminal y los hechos investigados, ya que actualmente es aforado. Los investigadores de la UCO han encontrado una relación económica entre De Aldama y Koldo-Ábalos, así como conversaciones que apuntan a que De Aldama se valió de su relación con el exministro para influir en la concesión del rescate a Air Europa.
Además, se destaca que Ábalos informó al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sobre la visita de la entonces vicepresidenta venezolana Delcy Rodríguez a España. Los agentes consideran que el mensaje enviado por Ábalos a Sánchez refleja que se obtuvo el beneplácito del presidente para la visita de Delcy.
Por otro lado, los investigadores hacen referencia a la implicación de Ábalos en contratos investigados, vinculándolo con la compra de un chalet por parte de De Aldama para el exministro. También se menciona un inmueble alquilado por un presunto testaferro donde residía la pareja de Ábalos, quien tenía contratos laborales con empresas dependientes del Ministerio de Transportes.
En el marco de la presunta trama, la Guardia Civil recopila información sobre la actuación de Koldo García y Víctor de Aldama, destacando gestiones para la adjudicación de contratos de test PCR en diferentes comunidades autónomas. Ábalos ha negado su implicación en la trama, asegurando que no forma parte de ella y que no se ha beneficiado económicamente.
Ante la posibilidad de una imputación, Ábalos ha expresado que podrá defenderse mejor una vez conozca el informe completo. En todo caso, ha reiterado que no teme su imputación y ha defendido que no ha utilizado teléfonos del Gobierno para asegurar que no estuviesen pinchados.