La selección de Inglaterra empató sin goles ante Eslovenia en un partido poco emocionante en el Rhein Energie de Colonia. A pesar de contar con una pléyade de grandes futbolistas, los ingleses no lograron superar a su rival, que se conformó con defenderse y apenas generó peligro. El combinado dirigido por Gareth Southgate mostró falta de creatividad y solo logró inquietar al portero Jan Oblak en contadas ocasiones. A pesar de los cambios realizados en la segunda parte, como la entrada de Cole Palmer, el marcador no se movió y el encuentro terminó en un empate que clasifica a Eslovenia por primera vez en su historia a los cruces de una gran competición.