El agua de Corpa es muy conocida por ser el agua preferida de los reyes de España como Carlos II, Felipe II, Felipe III y Felipe IV. Esta agua, conocida como «el agua real», ha sido un punto de referencia durante muchos años en toda España. Incluso Miguel de Cervantes la menciona en su famoso libro «La ilustre fregona» en 1613.
La fuente de Corpa se abastece de varios manantiales distintos. Uno de sus caños proviene del manantial subterráneo de Collantes, que fue cedido a Corpa para el suministro de agua a los vecinos del pueblo. La piedra de la fuente está desgastada por décadas de uso, ya que ha sido el lugar donde se han apoyado los cántaros para recoger agua.
En 1697, el doctor Limón Montero realizó un análisis de los acuíferos de Corpa y determinó la excelente calidad del agua de este municipio. Este agua se embotellaba y se enviaba a Flandes debido a sus propiedades medicinales. Se decía que el agua de Corpa estimulaba el apetito y el peristaltismo.