Laura Kumin tiene dos años para pagar al Ayuntamiento de Madrid más de 36.000 euros. Esta artista estadounidense de 69 años se esfuerza por mantener la calma y explicar lo sucedido. No es fácil. Ha pasado noches sin dormir tratando de encontrar la manera de devolver ese dinero, que corresponde a 34.000 euros de una ayuda cultural recibida en 2021, más otros 2.000 euros por intereses de demora. Se cuestiona si tendrá que hipotecar su casa para lograrlo. Sin embargo, lo que más le preocupa es cómo podrá mantener vivo el festival de danza contemporánea que lleva organizando en la capital desde hace 39 años, el Certamen Coreográfico de Madrid.
Al igual que Kumin, muchos artistas se han visto afectados en el último año y medio por un cambio en la política de subvenciones del equipo del alcalde José Luis Martínez-Almeida. La maquinaria municipal está revisando ayudas que datan de tiempos anteriores y está exigiendo devoluciones basadas en incumplimientos que podrían haberse solucionado con facilidad. El Ayuntamiento argumenta que debe cumplir con la ley, pero abogadas especializadas en subvenciones culturales consideran que estas sanciones son desproporcionadas. A pesar de que el Consistorio no ha proporcionado información sobre la cantidad de ayudas retiradas, las letradas aseguran que no han visto una oleada de reintegros tan significativa como esta.
Las consecuencias de esta situación son dramáticas para algunos artistas, quienes ya enfrentan precariedad en su campo. Proyectos subvencionados que han recibido premios o reconocimiento internacional se han visto obligados a devolver los fondos, sin que se haya tomado en cuenta el impacto positivo que han tenido en la comunidad. Para Kumin, la problemática radica en un documento emitido por la delegada de Cultura del Ayuntamiento, Marta Rivera de la Cruz, que ordena la devolución completa de la subvención otorgada en 2021, debido a cuestiones administrativas menores.
A pesar de su experiencia solicitando subvenciones a lo largo de su carrera, Kumin asegura que nunca antes le habían solicitado una devolución de fondos. Aunque reconoce la importancia de justificar correctamente el uso del dinero público, considera que el trato recibido es injusto. La relación entre los artistas y el Ayuntamiento se ha tensado, generando malestar en el sector cultural no comercial, que siente que no se valora su contribución a la ciudad.
Ante esta situación, artistas como Mamen Agüera se han visto afectados de manera devastadora. Se le pide devolver una cantidad significativa por un proyecto de danza sobre mujeres represaliadas durante el franquismo, a pesar de haber cumplido con lo prometido. Agüera ha tenido que mudarse y buscar trabajo en otro sector para hacer frente a esta demanda.
La política de subvenciones culturales en el Ayuntamiento de Madrid ha generado incertidumbre y malestar en el sector artístico, que ve en riesgo la viabilidad de sus proyectos. Los artistas luchan por mantener vivas sus iniciativas a pesar de los obstáculos impuestos por la administración municipal.