El plato castizo por excelencia es el rabo de toro, un manjar que sigue cautivando los paladares de los madrileños y visitantes. Para degustar esta delicia, podemos mencionar dos restaurantes centenarios que brillan por la calidad y tradición de sus recetas.
En el emblemático edificio donde vivió Miguel de Cervantes, se encuentra Casa Alberto, taberna fundada en 1827 que conserva todas las recetas clásicas de la cocina madrileña. Entre sus platos estrella se encuentra el rabo de toro, preparado de manera tradicional y deleitando a los comensales con su sabor único. Además, en Casa Alberto se puede disfrutar de otras delicias como los callos, el bacalao a la madrileña y las albóndigas de ternera.
Otra opción para disfrutar del rabo de toro en su versión más tradicional es en Los Galayos, un restaurante con 120 años de historia que ha sabido mantener viva la esencia de la cocina castiza madrileña. En este establecimiento, el rabo de toro es uno de los platos más emblemáticos y apreciados por los clientes, que valoran la calidad y el sabor de esta receta clásica.
Así, tanto Casa Alberto como Los Galayos se erigen como referentes de la gastronomía madrileña, ofreciendo a los comensales la oportunidad de disfrutar de platos tradicionales con siglos de historia y tradición culinaria.