El enfrentamiento entre el Partido Popular y el Partido Nacionalista Vasco (PNV) ha alcanzado su punto más álgido esta semana, con fuertes críticas y acusaciones por parte de ambas formaciones.
El portavoz parlamentario del Grupo Popular en el Congreso, Miguel Tellado, ha acusado al PNV de ser «un partido aprovechategui» y de tener un comportamiento «miserable» y «asqueroso» por la cesión de un palacete en París. A estas acusaciones, el PNV ha respondido tachando a Tellado de «torpe», «maleducado» e incluso «sinvergüenza» de ideas «neofascistas».
Ante esta situación, en las filas del PP han surgido voces cuestionando la dureza verbal empleada, alejándose de la «otra forma de hacer política» pregonada por Feijóo desde su llegada a Madrid en abril de 2022. Algunos cargos del partido abogan por «reconducir» la situación y tender puentes al diálogo con el PNV, destacando la importancia de no cerrar puertas.
Por su parte, Javier de Andrés, presidente del PP vasco, lidera una ofensiva contra el PNV, anunciando que el partido analizará jurídicamente la posible «financiación irregular» del Gobierno al PNV por la cesión del palacete en París. La cúpula del PP respalda esta actuación y explora la vía judicial para revertir la situación, aunque algunos cargos consideran que sería mejor «cerrar este capítulo» y no romper definitivamente los puentes de diálogo.
Por otro lado, hay dirigentes del PP que defienden con firmeza la batalla contra el PNV por la cesión del palacete, argumentando que es necesario evitar financiar a un partido político y destacando que no le deben nada al PNV. En este sentido, justifican la decisión de Feijóo de plantar cara a los nacionalistas vascos.