Fuentes de la Ciudad Autónoma de Ceuta han alertado sobre la necesidad de tomar medidas legales y operativas del Estado para abordar la creciente llegada de inmigrantes a la ciudad. Entre el 1 de enero y el 15 de marzo, se registró un aumento del 312,8% en la llegada de inmigrantes irregulares en comparación con el mismo periodo del año anterior.
Esta situación ha llevado a Ceuta a un punto límite, especialmente debido al cambio de actitud de las Fuerzas de Seguridad marroquíes, que durante un mes y medio se negaron a aceptar el retorno inmediato de sus nacionales interceptados en la ciudad. El Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) se encuentra al límite de su capacidad, con un notable aumento en el número de niños migrantes no acompañados.
Ante esta crisis, el Gobierno de Ceuta ha tenido que reabrir alojamientos de emergencia para dar respuesta a la situación. Además, se está solicitando al Estado español herramientas efectivas para abordar el flujo migratorio, así como agilizar las derivaciones de los menores a otras autonomías y conseguir la colaboración de las comunidades autónomas en este sentido.
Desde el Ejecutivo autonómico se destaca la urgencia de la situación, señalando que los inmigrantes están poniendo en riesgo sus vidas en busca de un futuro mejor en condiciones extremas. Se espera que se puedan establecer soluciones eficaces para la gestión de la inmigración, incluyendo el control de la frontera y la solidaridad entre regiones.
El Gobierno de Ceuta tiene previsto solicitar financiación europea a través de diferentes vías para hacer frente a esta crisis migratoria, tal como se hizo en 2021. Se espera que se establezcan medidas concretas para abordar la situación y evitar una nueva emergencia humanitaria en la ciudad.