La Comunidad de Madrid aplica tecnología avanzada en el pastoreo para la prevención y lucha contra incendios forestales con la colocación de collares GPS para el control de cabras, ovejas, vacas y caballos que se alimentan de la hierba crecida en los montes de la región.
El consejero de Medio Ambiente, Agricultura e Interior, Carlos Novillo, ha visitado este viernes en Berzosa del Lozoya una de las explotaciones agropecuarias que forman parte de este proyecto de la Agencia de Seguridad y Emergencias Madrid 112 (ASEM112), recoge el Ejecutivo regional en un comunicado. Novillo ha conocido la labor que ejerce Clara Benito con su rebaño formado por 140 cabras, el mayor caprino ecológico y telepastoreado en todo el mundo. El consejero ha agradecido su contribución a «reducir significativamente el riesgo de incendios y a la mejora de la biodiversidad».
De hecho, gracias a su iniciativa Entrelobas, recibió el premio a Mejor Agricultora Sostenible 2023 en la Gala de Premios Ecológicos de la Unión Europea. Este sistema permite al ganadero dirigir el rebaño mediante una aplicación móvil, dibujando un mapa con vallados virtuales que delimitan a la perfección las zonas que deben ser objeto de esta actividad.
Tal y como ha destacado Novillo, «resulta muy útil, dado que permite una geolocalización constante, detectando si un animal está perdido o herido, o si permanece demasiado tiempo en un mismo lugar sin moverse». Los collares se cargan con energía solar y pueden funcionar incluso en zonas en las que no hay cobertura. Si se acercan a alguno de los límites marcados, el dispositivo emite un sonido para que el ejemplar se mueva. En caso de no hacerlo, recibirá un impulso eléctrico de baja potencia.
El Ejecutivo autonómico puso en marcha en 2011 este programa, que forma parte del Plan Anual de Prevención, Vigilancia y Extinción de Incendios Forestales de la Comunidad de Madrid. En él participan alrededor de 20.000 cabezas de ganado como cabras, ovejas, vacas y caballos, que se alimentan de la hierba crecida durante la primavera a la vez que reducen el riesgo de que esa vegetación se convierta en combustible para el fuego.
Para este desbroce natural, los técnicos del Cuerpo regional de Bomberos planifican, desarrollan y acuerdan con los propietarios de los rebaños las zonas que conviene que sean pastoreadas. Con el pastoreo preventivo se pretende recuperar y potenciar esta actividad en las zonas rurales dirigiéndola hacia las áreas prioritarias para el control de la vegetación y el paisaje, en la defensa contra incendios forestales. Así, en municipios como El Boalo-Cerceda-Mataelpino, Cercedilla, Navacerrada, Rascafría y Lozoya ya es habitual su presencia.