En Madrid, la población de mayores de 65 años sigue en aumento, representando un 18% de la población. De esos, la mitad supera los 75 años, lo que ha llevado a un aumento en la demanda de cuidados por parte de familiares. Para darles un respiro, las residencias de mayores han implementado programas de respiro familiar, que han experimentado un crecimiento del 50% en los últimos años.
Estos programas permiten que los cuidadores informales puedan descansar durante el verano, mientras que sus familiares mayores son atendidos en un entorno confortable y tranquilo en la residencia. Con una edad media de 82 años, los usuarios del respiro familiar disfrutan de una estancia que varía entre los 15 y los 30 días, brindando a los familiares la tranquilidad de saber que sus seres queridos están bien cuidados mientras ellos disfrutan de unas merecidas vacaciones.