Un año después de su contundente victoria electoral, el alcalde José Luis Martínez Almeida celebró su mayoría absoluta con un balance sin preguntas en el que repasó los principales logros de su gestión, aderezado con el papel que, en su opinión, la ciudad juega frente al sanchismo.
Almeida resumió su año de gobierno -los tres anteriores fueron en coalición con Ciudadanos- diciendo que de las 300 promesas electorales con las que ganó las elecciones se están “iniciando, ejecutando o terminando” 283. Entre esas 300 propuestas estaban las de plantar medio millón de árboles, renovar 3.000 aceras y calzadas, conceder ayudas económicas para el transporte y el alquiler o la construcción de 12.000 nuevas viviendas. Según Almeida, “el 90% de estas medidas ya están en marcha”: “Somos el mejor ejemplo de los valores de convivencia, tolerancia y libertad y respeto por la diferencia de la España constitucional”.
En el aspecto económico, Martínez Almeida dijo que el principal logro es “tener presupuestos”, lo que le permite poner en marcha “políticas sociales, movilidad culturales y seguridad”. “Esos presupuestos permiten ahorrar a los madrileños porque vamos a seguir bajando impuestos como una seña de identidad de Madrid”, afirmó.
En los dos minutos, de una intervención de más de veinte, que dedicó a la que considera “el gran problema de Madrid”, la vivienda, Almeida dijo que en este último año se han sentado las bases para que “sea la primera ciudad de Europa en construcción de vivienda asequible”. El alcalde presumió que la empresa municipal de la vivienda es la primera compañía pública en España en vivienda social y dijo que el Ayuntamiento trabaja en recuperar suelo consolidado que pueda servir para ampliar la oferta de pisos. No obstante, no hizo referencia a las 12.000 casas prometidas en campaña, aunque presumió que para su gobierno es un tema prioritario en el que trabaja “desde los hechos y no desde la pancarta”.
En cuanto a medio ambiente y movilidad, Martínez Almeida dijo que Madrid tiene los mejores datos de calidad de aire de la historia, ya que por “por primera vez ninguna de las 24 estaciones ha pasado de los 30 microgramos”. Según Almeida, su gestión ha recibido las felicitaciones de Europa y de las Naciones Unidas “como ciudad arbórea del mundo”. En este punto, Almeida criticó la respuesta de Reyes Maroto a una entrevista en la que la portavoz socialista en el Ayuntamiento dijo que su ciudad de referencia es París. Según el alcalde, la capital francesa tiene una calidad del aire peor que la de Madrid. “No pensaba yo que una portavoz del PSOE quería para los madrileños algo peor a lo que tienen”, dijo.
En cuanto a transporte, dijo que la EMT ha batido récords y que los madrileños “cogen el autobús más que nunca”, y sobre turismo anunció la elaboración de un plan estratégico para el periodo 2024-2027 con el que pretende consolidar un modelo “en el que no importa el número de turistas que lleguen sino el impacto que generan en la ciudad”, señaló.
En su intervención, salpicada de críticas al presidente del Ejecutivo central, el alcalde de Madrid volvió a reprochar “al Gobierno de España” que no pueda ampliar la policía municipal porque “Pedro Sánchez no nos permite cubrir” las 1.000 plazas vacantes, criticó. Almeida anunció también que trabaja con Barcelona en una ley de capitalidad para adaptar el marco normativo y fiscal y que permita competir con otras grandes ciudades del mundo. Espera “que sea aprobada “con la misma celeridad que la ley de amnistía para que tengan la misma deferencia hacia los madrileños que con los golpistas catalanes”.
Al margen de la política madrileña, Martínez Almeida dedicó varios minutos a repasar la situación nacional en la que, según él, Madrid “es el Valladar frente al fango y la infamia”, dijo. Almeida dedicó parte de su balance a dibujar una capital pujante económicamente que resiste el acoso de la presidencia en un ambiente de concordia y tolerancia hacia quien piensa distinto. “Madrid es el mejor ejemplo de que frente a las divisiones, la cooperación y la convivencia en la diferencia es la mejor forma de avanzar”, señaló. Para el alcalde, “Madrid es más pujante que nunca y se siente más solidaria que nunca”: “Somos conscientes de nuestra responsabilidad y liderazgo y de que somos el espejo en el que se miran ciudades de España y del mundo”. Para el alcalde, la capital es el último reducto de los valores constitucionales y de la España salida de la transición: “Somos el mejor reflejo de lo mejor que ha pasado en España en los últimos 45 años”.