Una jueza ha admitido a trámite la querella presentada por la Asociación de Vecinos Afectados por el Bernabéu contra el Real Madrid a causa de los macroespectáculos que el estadio acoge desde mayo. Los vecinos acusan al club blanco de un delito medioambiental por el exceso de ruido y vibraciones de los conciertos. Esto quiere decir que la justicia ha visto posibles indicios de delito en la documentación aportada por la asociación y comienza a practicar diligencias sobre la causa. La magistrada del juzgado de instrucción número 54 no ha admitido la querella contra el Ayuntamiento de Madrid ni contra el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, y el delegado del área de gobierno de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante. A ellos, la asociación quiere que se los investigue por prevaricación medioambiental. Los querellantes han anunciado que recurrirán esta decisión.
Según el auto al que ha tenido acceso ProgresoMadrid, la jueza cita a declarar en octubre al administrador único de Real Madrid Estadio S. L., José Ángel Sánchez Periáñez y a un representante de esta entidad para la toma de declaración. La magistrada también solicita a la Policía Municipal la totalidad de las actas de mediciones tomadas desde el 26 de abril hasta el 15 de julio de 2024, periodo en el que se han celebrado en el estadio una docena de macroespectáculos, desde el concierto de Taylor Swift, hasta los cuatro ofrecidos por la cantante Karol G, pasando por el de Duki o Luis Miguel, entre otros. En el auto también solicita a la policía el número exacto de denuncias recibidas por un exceso de ruido procedente del Bernabéu.
Las asociaciones vecinales ya obtuvieron una victoria en los tribunales cuando un juzgado de Madrid paralizó las obras del aparcamiento y el túnel del Bernabéu porque consideró que el acuerdo del ayuntamiento con el Real Madrid solo beneficiaba al club blanco e implicaba un daño medioambiental. En el fallo, el juez apuntaba que no se había permitido a los vecinos conocer la naturaleza y el alcance de las obras de forma suficiente, que no tenía ninguna utilidad pública y que el consistorio desoyó los informes técnicos municipales que alertaban de que estos trabajos eran incompatibles con el planteamiento urbanístico vigente. “La Administración demandada no ha llegado a acreditar en el presente procedimiento que la ejecución de dos aparcamientos, de los cuales uno proyecta una conexión directa con el parking propio del Estadio Bernabéu, satisfaga una finalidad de interés público y general acorde con el Planeamiento Urbanístico y específicamente con Plan Especial”, recogía la sentencia redactada por el juzgado número 30 de lo contencioso-administrativo.
En la querella presentada por los vecinos, estos argumentan que en marzo de 2019, el ayuntamiento concedió al Real Madrid una licencia de obras en la que “no se plantea la opción de utilizar el estadio para otro uso distinto que la celebración de encuentros de fútbol”. La asociación señala que “para la celebración de otros eventos, como conciertos, sería necesaria la correspondiente autorización para cada caso concreto”. Los vecinos presentan un listado de todos los conciertos que el estadio ha acogido hasta la fecha y exponen que el propietario de las instalaciones no había “realizado ningún estudio para prevenir la salida de ruidos durante la celebración de los eventos”. La querella asegura que el ruido es “insoportable” y lo atestiguan con informes periciales de ingeniería acústica.
Este es un nuevo episodio de la guerra judicial, social y mediática que los vecinos del entorno del Bernabéu han declarado al club blanco y al ayuntamiento por el nuevo modelo de ocio planteado por el Real Madrid en el distrito. Los residentes en la zona se quejan del ruido ensordecedor en los días de concierto y de ensayo, de las multitudes de personas que impiden el tránsito por sus calles en los días de espectáculo, de la suciedad que generan y también de la inseguridad. Almeida trató de calmar las aguas y acercar posturas esta semana al anunciar medidas como el adelanto de los conciertos o el refuerzo de la limpieza.